..."desmienten un mito habitual sobre el genio, el de que no necesita esforzarse demasiado para ser brillante. Por el contrario, las personas más creativas suelen dedicar más tiempo y energía a su labor, puesto que esta les apasiona, lo que favorece sus buenos resultados."...
..."la noción del pensamiento lógico como opuesto al creativo (o la del lógico hemisferio izquierdo frente al creativo hemisferio derecho) es más bien discutible. La mayor parte de participantes en sus experimentos mostraban un gran interés en distintas áreas de conocimiento. " ...
- “¿Por qué todos los que han sobresalido en filosofía, política o las artes eran melancólicos, algunos hasta el punto de padecer ataques causados por la bilis negra, como se dice de Heracles en los mitos heroicos?” Esta pregunta, atribuida a Aristóteles en la conocida como “pregunta XXX”, enunció hace más de dos milenios uno de los estereotipos más difundidos: el que conecta el genio con la locura, la creatividad con la inestabilidad mental. Una relación que, reforzada de manera ocasional a lo largo de la Historia –especialmente en el Romanticismo– ha llegado hasta nuestros días. Y, lejos de haber sido desmentida, parece ser refrendada por los exámenes cerebrales realizados con tecnología de última generación.
Nancy Andreasen es una de las neurólogas y filólogas que se ha preguntado si era cierto dicho tópico centenario. Durante los 60, comprobó en el Taller de los Escritores de Iowa cómo autores como Kurt Vonnegut encajaban en la descripción como una mano en un guante. No sólo el autor de Matadero 5parecía tener una tendencia mayor que la media a la depresión, sino que su familia tenía un largo historial de problemas, entre los que se encontraban el suicidio, desórdenes alimenticios o abuso de sustancias.
Cinco décadas más tarde, Andreasen se ha convertido en una de las grandes referencias mundiales en la investigación sobre los orígenes del genio. En el centro de la misma se encuentra la habitual pregunta: ¿nurture o nature, es decir, naturaleza o crianza? ¿Se nace un genio o son los factores ambientales los que ayudan a conformar el espíritu? Para contestar a la pregunta, la neurocientífica de la Universidad de Iowa ha contado con 13 ilustres personajes, entre los que se encuentran George Lucas, creador de la saga de La guerra de las galaxias, el matemático William Thurston, la ganadora de un Premio Nobel Jane Smiley y seis ganadores del Premio Nobel en disciplinas como la química, la física o la medicina.
Así se construye la genialidad
Andreasen, como explica ella misma en un artículo publicado en The Atlantic, no se ha limitado a escanear los cerebros de sus 13 elegidos –a los que ha comparado con otras 13 personas del grupo de control–, sino que también los ha sometido a un estrecho escrutinio y ha examinado profundamente el contexto social del que provenían. Y ha encontrado, como sospechaba, que la creatividad se hereda y que, además, suele proliferar en familias marcadas por los problemas.
Malas noticias para los realistas: las personas creativas tienen una mayor propensión a ser víctimas de una larga serie de problemas psicológicos, entre los que se destacan con frecuencia “los desórdenes bipolares, la depresión, la ansiedad, el pánico y el alcoholismo”. En sus primeras investigaciones, la joven Andreasen reparó en que el 80% de sus escritores estelares aseguraba haber tenido problemas anímicos en algún momento de su vida, frente al 30% del grupo de control.
Ello no quiere decir que el genio esté inscrito únicamente en los genes. Como explica Andreasen, la mayor parte de familias en las que nacieron sus analizados respondían a niveles culturales muy altos, en los que se daba una gran importancia a la realización artística y a las altas aspiraciones. Los padres, aun con problemas, habían conseguido alcanzar un estatus privilegiado en el mundo académico o artístico. Sin embargo, muchas de estas figuras señalaban que entre sus parientes más cercanos se encontraban pacientes de esquizofrenia.
¿Quiere eso decir que las personas más creativas son a la fuerza infelices? En realidad, no. Andreasen explica lo habitual que es encontrar entre los consultados a artistas que disfrutan relatando la explosión de felicidad que sienten cuando dan con una buena idea. Al mismo tiempo, los resultados obtenidos por la autora de The Creative Brain: the Neuroscience of Genius(Dana Press) desmienten un mito habitual sobre el genio, el de que no necesita esforzarse demasiado para ser brillante. Por el contrario, las personas más creativas suelen dedicar más tiempo y energía a su labor, puesto que esta les apasiona, lo que favorece sus buenos resultados.
Un mecanismo cerebral peculiar
Quizá esta última idea haya sido confundida con la acertada concepción de que el pensamiento es favorecido por la ociosidad. Andreasen ha llevado a cabo sus PET o tomografías por emisión de positrones a partir de lo que llama el estado “REST” que, aunque se trata de un acrónimo de “random episodic silent thought” (“pensamiento al azar episódico silente”), de forma significativa también utiliza la palabra que en inglés se emplea para referirse al descanso, “rest”.
Durante ese estado REST, que favorece la asociación libre, el cerebro de los genios se pone a trabajar. Lo inconsciente es determinante en el proceso creativo, y aunque no lo es todo –Andrasen explica que la preparación, la reflexión, la experiencia o el conocimiento previo forman parte esencial de dicho procedimiento– es lo que provoca que se produzca la explosión final de creatividad. En ese estado en el que la conciencia vagabundea, el córtex de asociación aparecía significativamente brillante.
Lo llamativo del hallazgo es que dicha máxima era válida tanto para aquellos que llevaban a cabo un trabajo más artístico como para los científicos, lo que conduce a la autora a recordar que la noción del pensamiento lógico como opuesto al creativo (o la del lógico hemisferio izquierdo frente al creativo hemisferio derecho) es más bien discutible. La mayor parte de participantes en sus experimentos mostraban un gran interés en distintas áreas de conocimiento. Pero estas no son las únicas peculiaridades que Andreasen ha identificado en su pequeño grupo de privilegiados pensadores, sino que también afirma que las siguientes tres características son frecuentes entre los genios:
- Son autodidactas. Muchos de los analizados por Andreasen aprendieron a leer antes de entrar en la escuela, y otros tantos decidieron que la educación reglamentada no podía enseñarles nada en la forma en que ellos lo deseaban. A veces, se trata simplemente de ir un paso por delante de los demás, dirigidos por una fuerte motivación, lo que provoca que labren su propio camino al margen de lo tradicional.
- Son eclécticos. Leonardo da Vinci o Miguel Ángel son los ejemplos de artistas renacentistas a los que la neurocientífica alude para recordar que las personas más creativas suelen preocuparse por campos artísticos o científicos muy diferentes entre sí, lo que les otorga nuevas herramientas para afrontar sus problemas.
- Son perseverantes. Es habitual que la gente creativa se tope con el rechazo frontal de las personas que los rodean, de la academia o de la sociedad, lo que provoca en algunos casos que caigan en la depresión en el alcoholismo. Sin embargo, los genios suelen ignorar el escepticismo o la adversidad, y seguir adelante digan lo que digan los demás.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-07-22/despues-de-50-anos-una-neurocientifica-descubre-los-rasgos-que-definen-a-los-genios_165827/
Outro texto muito interessante:
"¿Qué hace a un genio ser un genio? Es una pregunta que nos hemos hecho a lo largo de toda la historia. Todo el mundo aspira a alcanzar la excelencia pero muy pocos la logran y, en la mayoría de ocasiones, no entendemos cómo una u otra persona ha logrado lo que ha logrado. ¿Cómo consiguióPicasso mantener siempre un altísimo nivel en su inmensa obra pictórica? ¿De dónde sacó el tiempo Stockhausen para componer un total 363 obras? ¿En qué momento se le ocurrió a Einstein formular la teoría de la relatividad?
Hay quien piensa que un genio nace, no se hace: sencillamente, tiene el talento para una actividad concreta y le basta con desarrollarla para alcanzar la excelencia. Pero esto es una visión muy simplista de la realidad y, además, como han comprobado numerosos estudios, falsa. No cabe duda de que un genio es talentoso por naturaleza, pero el talento no es ni de lejos la característica más importante del mismo. Estos son las cinco cosas que, sin excepción, cumplen todos los genios. Y no todas son agradables para el común de los mortales.
1. Son curiosos e impulsivos
Para elaborar su libro Creatividad (Paidós, 2008), el profesor Mihaly Csikszentmihalyi entrevistó a 91 genios, de todas las disciplinas, incluyendo a 14 premios Nobel. Una de sus principales conclusiones es que las personas con mentes privilegiadas, que logran creaciones excepcionales, tienen dos cosas en abundancia: curiosidad y determinación. “Están absolutamente fascinadas por su trabajo y, aunque haya otras personas más brillantes, su enorme deseo de lograr lo que se proponen supone el factor decisivo”, asegura Csikszentmihalyi.
2. Lo importante no es la educación, son las horas que dedican a su especialidad
Solemos asociar el expediente académico con la excelencia, pero son cosas que no siempre están relacionadas. El profesor de la Universidad de California en Davis, Dean Keith Simonton, realizó un estudio en que analizó los expedientes académicos de más de 300 genios nacidos entre 1450 y 1850, entre ellos gente como Leonardo da Vinci, Galileo, Beethoven o Rembrandt. Determinó cuánta educación formal había recibido cada uno y midió sus niveles de eminencia a través de sus obras de referencia. Sus resultados fueron sorprendentes. La relación entre educación y excelencia, al trasladarse a un gráfico tenía forma de campana: los creadores más destacados eran aquellos que había recibido una educación media, algo así como una diplomatura. Los que habían recibido una mayor y una menor educación eran menos creativos.
No cabe duda de que los genios más destacados seguían estudiando, pero eran autodidactas y, sobre todo, unos adictos al trabajo. “Los genios son todos iguales”, explicaba el crítico literario V.S. Pritchett, “nunca dejan de trabajar, no pierden un minuto. Es deprimente”. La realidad es que, sin esfuerzo, el talento importa poco. Los creadores más destacados son, siempre, aquellos que más han trabajado en su especialidad, han dedicado su vida a ella, han aprendido todo lo que se podía aprender, y han llevado su pasión al límite.
3. Son muy críticos con su trabajo
Según el psicólogo Howard Gardner, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2011, los grandes genios como Picasso, Freud o Stravinsky tenían un patrón similar de trabajo, que se basaba en el ensayo y error: analizaban un problema, creaban una solución, la probaban y generaban una retroalimentación constante. “Los individuos creativos”, asegura Gardner, “emplean una considerable cantidad de tiempo en reflexionar acerca de lo que quieren alcanzar, si han tenido éxito o no y, si no lo han logrado, qué deben hacer diferente”.
Las mentes creativas son también las más metódicas.
4. Son sacrificados, solitarios y, en ocasiones, neuróticos
Los genios están todo el rato pensando en su obra y esto tiene múltiples desventajas. Dedicar todo tu tiempo al trabajo implica un sacrificio inmenso y una merma en las relaciones sociales. Según Csikszentmihalyi, la mayoría de genios son marginados durante la adolescencia, en parte porque “su intensa curiosidad e intereses muy focalizados resultan extraños a sus compañeros”, en parte porque los adolescentes demasiado gregarios no están dispuestos a gastar tiempo, en soledad, para cultivar su talento. “Practicar música o estudiar matemáticas requiere una soledad temible”, asegura el profesor.
En ocasiones, el sacrificio necesario para ser un genio puede rozar lo patológico. La entrega puede tornarse en obsesión: las personas excelentes no son necesariamente felices. Basta ver el ascetismo que alcanzaron Freud, T. S. Eliot o Gandhi, o la soledad autoimpuesta que desarrolló Einstein. Muchos genios desarrollan, además, una personalidad neurótica: su trabajo les volvió maniáticos y egoístas.
5. Trabajan siempre por pasión, nunca por dinero
Los verdaderos genios se desviven por su trabajo y, en ningún caso se entregan a éste por dinero, sino por pasión y vocación. “Los artistas que han desarrollado su pintura y escultura por el placer de la actividad en sí más que por las recompensas extrínsecas, han producido un arte que ha sido reconocido socialmente como superior”, asegura el pensador y escritor Dan Pink en su libro La sorprendente verdad sobre qué nos motiva (Gestión 2000). “Además, son aquellos a los que motivaba menos las recompensas extrínsecas los que, finalmente, las recibían”. "
Para ver todo o texto use este link:
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-01-26/las-cinco-caracteristicas-que-cumplen-todos-los-genios-sin-excepcion_76874/
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